El Instituto Nacional de Estadística informó que la economía boliviana se contrajo en el primer semestre del año, influida por conflictos sociales, menor actividad extractiva y dificultades logísticas en distintos sectores.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó este martes los resultados oficiales del desempeño económico del país durante el primer semestre de 2025, que muestran una disminución del 2,40% en el Producto Interno Bruto (PIB). El informe detalla que la coyuntura política, los bloqueos en carreteras y la caída de los sectores extractivos incidieron en la cifra global.
El director del INE, Humberto Arandia, explicó que los conflictos sociales y las interrupciones en el transporte fueron determinantes en la desaceleración. “Los bloqueos afectaron no solo al movimiento de personas, sino también a la cadena de suministro y distribución de productos, lo que tuvo un impacto directo en la actividad económica nacional”, señaló durante la conferencia de prensa realizada en La Paz.
El informe del organismo destaca que las actividades extractivas, compuestas por minería e hidrocarburos, registraron una contracción del 12,98%, la más pronunciada entre los sectores analizados. Le siguieron el comercio con una caída de 5,18%, las actividades inmobiliarias y profesionales con -3,56%, el suministro de electricidad, agua y recolección de desechos con -2,45%, transporte y comunicaciones con -2,24%, y la administración pública, salud y educación sin fines de lucro con -0,90%.
Por otra parte, se observaron comportamientos positivos en algunos rubros. La agricultura, ganadería, silvicultura y pesca crecieron un 3,71%, impulsadas por un mejor rendimiento productivo. Las actividades financieras y de seguros aumentaron un 2,59%, mientras que los servicios de alojamiento y alimentos reportaron un alza del 2,38%. La industria manufacturera creció 0,80%, las actividades comunales y personales 0,52%, y la construcción 0,46%.
Arandia indicó que, pese al contexto adverso, se prevé una recuperación gradual durante los próximos meses. Sin embargo, señaló que la evolución dependerá del restablecimiento de la normalidad en el transporte y de la estabilidad de las operaciones productivas.
El Banco Mundial, en su reciente reporte regional, también hizo referencia a la situación económica de Bolivia y proyectó una contracción del 0,5% para el cierre de este año. De acuerdo con el organismo internacional, el país será junto con Haití uno de los dos de América Latina en registrar tasas negativas de crecimiento durante 2025.
El documento del INE recuerda que el Gobierno había proyectado un crecimiento del 3,51% para este año, según el Presupuesto General del Estado aprobado en noviembre de 2024. No obstante, los resultados del primer semestre y la coyuntura internacional apuntan a un escenario más complejo.
El Banco Central de Bolivia reportó que las reservas internacionales netas alcanzaron los 2.807 millones de dólares al cierre de junio, cifra inferior a los 3.148 millones de fines de 2023. Además, la inflación acumulada entre enero y julio llegó a 16,92%, superando la meta oficial del 7,5%.
El desempeño económico del país continúa condicionado por los precios internacionales de los hidrocarburos, las restricciones logísticas y la disponibilidad de divisas, factores que influyen en el ritmo de recuperación de los sectores productivos.




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