El diplomático y diputado de Comunidad Ciudadana, Gustavo Aliaga, murió este jueves, dejando un legado político, académico y humano que conmovió a líderes y colegas en todo el país.

El diputado y diplomático boliviano Gustavo Adolfo Aliaga Palma falleció este jueves, generando un profundo pesar entre colegas, amigos y figuras políticas del país. La noticia fue confirmada por Carlos Mesa, expresidente y líder de Comunidad Ciudadana, quien lo recordó como “un amigo entrañable y un gran boliviano”. En su mensaje, Mesa destacó la humanidad y el compromiso de Aliaga, más allá de sus cargos públicos, y compartió un sentido abrazo virtual hacia su memoria.
Durante la sesión de este jueves en la Asamblea Legislativa Plurinacional, el vicepresidente y presidente nato del Legislativo, David Choquehuanca, solicitó un minuto de silencio en honor a Aliaga, reconociendo su trayectoria y dedicación a la vida pública. “Honor y gloria al diputado Gustavo Aliaga”, expresó Choquehuanca, mientras los legisladores guardaban respeto y silencio.
Aliaga fue egresado de la Academia Diplomática de Bolivia y profundizó sus estudios en Argentina, obteniendo maestrías en Relaciones Internacionales y Política Económica Internacional en la Universidad de Belgrano. Su carrera incluyó roles de gran responsabilidad, como secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, así como de la Vicepresidencia de la República y del Congreso Nacional entre 1997 y 2002. También se desempeñó como viceministro de Coordinación Gubernamental y asesor del Senado, además de coordinar el Consejo de Expresidentes en 2017, antes de asumir su banca como diputado por Comunidad Ciudadana en 2020.
Más allá de la política, Aliaga fue autor de varios libros sobre historia y diplomacia boliviana, incluyendo obras sobre el Palacio de Gobierno, el Vicepresidente y la Cancillería del país. Su legado combina el rigor académico con un profundo compromiso ciudadano, consolidando su lugar en la memoria institucional y humana de Bolivia.